La expresión “conservante alimentario” nada tiene que ver con lo que significa el término “conserva de pescado” en sí mismo, aunque a priori pudieran parecer palabras con sentidos similares, ya que comparten la raíz o lexema. Al hablar de conservantes solemos aludir a los aditivos alimentarios que se añaden para alargar la vida, mejorar el aspecto o potenciar el sabor de los alimentos. Bien distinto y más antiguo es el término “conserva”, que se refiere al proceso de enlatado y/o envasado de algunos manjares para mantener sus propiedades durante un largo periodo de tiempo. Aclarada esta confusión entre vocablos, resulta evidente que las conservas del mar no llevan conservantes. En Palacio de Oriente te contamos con más detalle por qué no los necesitan.
Las conservas de pescado y marisco no llevan conservantes
Las conservas del mar carecen de conservantes alimentarios. Y todo porque es el propio método de enlatado el que asegura que la calidad y el sabor del contenido continúen inalterables durante años, sin necesidad de añadir nada más.
¿Cómo lograr una conserva de pescado de calidad sin conservantes?
Además de seleccionar las mejores materias primas que nos regala el mar, como hacemos en Palacio de Oriente, y de acompañarlas de excelentes líquidos de gobierno, la clave de su conservación reside en el proceso de envasado.
Una impecable esterilización y una óptima hermeticidad de las latas garantizan la calidad del contenido. Ese es el secreto para mantener el alimento en perfectas condiciones por largos periodos, y sin la presencia de conservantes alimentarios.
Estas son las fases que aseguran la calidad en las conservas de pescados y mariscos:
- Limpieza y despiece para elegir las partes con mejor textura y sabor.
- Cocción del pescado y marisco.
- Empaque de la vianda en la presentación elegida.
- Cobertura con el líquido de gobierno: aceite de oliva, AOVE, escabeche, natural o algunas de las deliciosas salsas de Palacio de Oriente.
- Cierre y sellado de las latas.
- Esterilización por calor con temperaturas entre 100º y 150º C para eliminar los microorganismos que pudieran alterar el contenido.
La esterilización permite que la conserva permanezca con su valor nutricional intacto durante muchos años. Un proceso que dura mientras no entre aire en el interior, que puede suceder cuando una lata presenta una abolladura. Nada como abrir una lata para confirmar el cierre hermético del envase. Comprobar el aspecto terso de las viandas y aspirar su delicioso aroma son señal de seguridad, calidad y buen estado de conservación.
¿Cómo reconocer si una lata lleva conservantes alimentarios?
Los consumidores, poco a poco, van asumiendo un papel más activo en su alimentación. Cada vez son más las personas que leen el etiquetado de los envases antes de decidirse a comprarlo. Y es aquí donde se comprueba o no la existencia de conservantes. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos ayuda a identificar el amplio elenco de aditivos alimentarios que se utilizan para mejorar aspectos como:
- Conservación
- Aspecto
- Textura
- Sabor
Aunque las latas de pescado y marisco están libres de conservantes, sí existen otros envases como los de verduras y legumbres en los que se pueden encontrar aditivos cuya función es preservar el color original del alimento y hacerlo más atractivo para el consumidor.
Lo ideal es fijarse en los ingredientes de la conserva y revisar si se encuentra el nombre de algún añadido, que la mayoría de las veces viene precedido de la letra E seguida de varios números. Los aditivos artificiales que se usan en la Unión Europea se evalúan y se autoriza su uso bajo ciertas condiciones. Aunque la mayoría son inocuos, hay que vigilar su repercusión en organismos más sensibles y en combinación con otros conservantes.
Maestros de la conserva desde 1873
El compromiso de Palacio de Oriente contigo, con el mar y con la calidad permanece intacto desde 1873. Desde entonces, nuestros maestros conserveros han logrado elevar la conserva de pescado y marisco a categoría gourmet de excelente calidad en elaboraciones como:
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