Las latas de conservas son envases que además de proteger el alimento también alargan su conservación. Para conseguirlo siguen un riguroso proceso que garantiza la hermeticidad, el sellado al vacío y la esterilización. Sin olvidar las altas temperaturas a las que debe ser cocinado el alimento. Se trata de una serie de requisitos que convierten a las latas de conservas en envases seguros.
Pero en algunas ocasiones esas óptimas condiciones se pueden ver alteradas, bien a causade fallos en elproceso de envasado o bien porque la lata muestre golpes, abolladuras o abombamientos. Como consumidor ¿qué se debe hacer al encontrar una lata en ese estado? ¿Resulta su consumo peligroso para la salud?
Tipos de daños en las latas de conserva
Antes de seguir profundizando, es importante dar una respuesta rápida a estas cuestiones para salvaguardar la salud de los consumidores y custodiar el saber hacer de la industria conservera. A priori, cualquier lata con algún defecto debe ser desechada.
En numerosas ocasiones ese daño se debe a golpes accidentales que ni comprometen la calidad del alimento, ni resultan perjudiciales. Pero sí existe riesgo de que ese deterioro esté motivado por agentes que sí ponen en grave peligro la salud.
En una lata se pueden encontrar varios tipos de desperfectos:
- Abolladura o golpe
- Oxidación
- Abombamiento
- Cierres defectuosos
Las abolladuras o golpes pueden llegar a perforar la lata, incluso aunque no se aprecie a simple vista, permitiendo que las bacterias penetren y contaminen el alimento. En el caso de los cierres de las conservas, las administraciones ocupadas de la seguridad alimentaria cuentan con mecanismos de inspección, como el protocolo del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de la Junta de Andalucía.
Principales riesgos de las latas abolladas
De todos los riesgos para la salud que puede conllevar una lata abollada o abombada el más peligroso es que el alimento esté contaminado con toxina botulínica, causante del botulismo, una enfermedad poco frecuente pero muy grave.
Todo se precipita cuando la bacteria Clostridium botulinum produce esporas termorresistentes que en ausencia de oxígeno germinan, crecen y excretan toxinas. La bacteria en sí no es dañina, sino que es un entorno con falta de oxígeno como las conservas de alimentos el que propicia que las esporas de la bacteria liberen la toxina. Esta situación suele generar gases en el interior del envase que acaban provocando el abombamiento y la deformación de la lata.
¿Cómo prevenir el botulismo?
En España contamos con organismos que garantizan la confianza en los alimentos y que se ocupan, entre otras cuestiones, de prevenir el botulismo, como la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Y la legislación actual regula los procesos relacionados con alimentos destinados al consumo humano. El RD 1521/1984 de 1 de agosto contempla la reglamentación técnico-sanitaria de establecimientos y productos de la pesca y acuicultura y recoge las condiciones que deben cumplir las latas de conservas:
- Los envases no deben mostrar abombamientos.
- El envase debe ser hermético. No presentará, por tanto, falta de hermeticidad en los sertidos, soldaduras y superficie restante.
- El contenido exhibirá las propiedades organolépticas característicos de la especie y preparación utilizadas.
- A efectos del control de los sistemas de esterilización, la industria someterá muestras de cada lote a pruebas de incubación, de acuerdo con los métodos recomendados por la Subsecretaría de Sanidad y Consumo.
Señales para desechar una lata de conservas
Para tranquilidad del consumidor hay que destacar que no todas las latas abolladas son portadoras de la toxina botulínica. Sin embargo, sí es probable que ese deterioro haya provocado la presencia de otros microorganismos a causa de la rotura de la hermeticidad.
Las precauciones con las latas abolladas deben tomarse desde el mismo momento de la compra. Es preciso prestar atención a signos que indiquen que la lata no presenta buen aspecto. La despensa es otro lugar de observación y control cuando la compra ya está en casa. Una forma de evitar incidencias es revisar periódicamente las latas para confirmar su buen estado. Aunque no se aprecien latas abolladas, deformadas o con desperfectos, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) aconseja no consumir conservas si se advierte alguna de estas señales:
- Conservas que emiten un olor extraño en el momento de abrirlas
- Envases en los que el alimento sale disparado al ser destapado
- Alimentos que tras abrir la lata aparecen con espuma o burbujas
En cualquier caso, si tienes alguna duda sobre la idoneidad de consumo de nuestros productos, te invitamos a ponerte en contacto con nosotros. En Palacio de Oriente somos maestros conserveros, empeñados en ofrecerte siempre la máxima calidad ¡y en cuidar de tu salud en cada bocado!
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