Si hay una joya en el Cantábrico es el bonito del norte. Para pescar estos túnidos pueden utilizarse distintos métodos a través de diferentes embarcaciones. Las artes tradicionales son las más respetuosas con el medioambiente.
La importancia del bonito del norte
El bonito del norte es uno de los pescados imprescindibles para llevar una dieta saludable por su aporte de ácidos omega 3 y sus vitaminas A, B y D. El sabor y la textura del Thunnus alalunga son reconocibles y no hay que confundirlo con el bonito común, Sarda sarda,o con el atún, ya sea Thunnus albacares o Katsuwonus pelamis.
¿Cuál es la temporada del bonito del norte?
En junio comienza la temporada o costera del bonito del norte, es decir, el periodo en que está permitida su captura. Los ejemplares migran desde las aguas de las islas Azores hasta el mar Cantábrico. Durante esta época, los túnidos están en su mejor punto de madurez y la temporada suele concluir en septiembre. Los ejemplares pescados pesan entre tres y ocho kilos y deben respetar los TAC, es decir, los Totales Admisibles de Capturas.
Métodos de pesca del bonito del norte
Para capturar los ejemplares de bonito del norte pueden emplearse diferentes técnicas.
Pesca con métodos tradicionales
De acuerdo con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la captura en barcos con artes de pesca tradicionales es la técnica más sostenible y respetuosa, ya que es selectiva y no deteriora el fondo marino. La flota bonitera española se atiene a estos métodos, que no generan capturas de manera accidental de otras especies.
1. Cebo vivo
Esta pesca es un arte tradicional en el que se emplea la caña y los ejemplares son atrapados de uno en uno a través del anzuelo. La técnica requiere capturar primero las anchoas que se utilizarán como cebo y que se mantienen en los viveros de la embarcación.
Durante este proceso el barco no está en movimiento y cuando la embarcación localiza un banco o cardumen, se echa al mar el cebo vivo junto con un chorro de agua para que el revuelo atraiga a las presas y oculte el barco. A continuación, se lanzan las cañas con más cebo vivo. El barco necesita unos 15 o 16 tripulantes para encargarse de las cañas, el izado y la reposición del cebo.
2. Curricán o cacea
El cebo vivo se sustituye por señuelos fabricados con colores y diseños llamativos. En este método, el barco está en movimiento, se colocan las cañas en los laterales y las presas siguen la estela del barco pensando que han avistado alimento. Estos barcos suelen ser más pequeños que los anteriores, por lo que en la tripulación basta con cinco o seis personas.
Tanto en esta técnica como en la anterior, cuando los ejemplares son capturados, se suben al barco y se sacrifican mediante un golpe para evitar el sufrimiento. A continuación, son almacenados recubiertos de hielo en cajas para conservarlos hasta la vuelta al puerto.
Pesca con redes
Para apresar a las piezas mediante este método se emplean diferentes redes. Se trata del modus operandi habitual de los pesqueros franceses e irlandeses en el golfo de Vizcaya.
1. Redes pelágicas
Cuando se localiza un banco, se despliega esta red con forma de cono y alas laterales. El tamaño de la malla evita la captura de especímenes más pequeños. La red de arrastre pelágica está diseñada para pescar en aguas intermedias o hasta en aguas de superficie y, para este método, suelen emplearse dos barcos que van en pareja.
2. Redes de cerco
El cardumen se rodea cercando a los túnidos con grandes redes que se cierran para que queden atrapados. La red tiene forma rectangular y un tamaño de entre 250 y 100 m de longitud y unos 50 m de profundidad. La parte superior dispone de flotadores y la inferior cuenta con plomos para que la red se mantenga en posición vertical. Los buques de cerco suelen ser muy modernos y gran parte de sus instalaciones están dedicadas a las bodegas de almacenamiento.
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