¿Qué es un bonitero?
Un bonitero es una embarcación especialmente acondicionada para la pesca del bonito del norte o Thunnus alalunga. Los barcos boniteros, boniteiros o atuneros españoles se hacen a la mar durante la costera del bonito del norte en el Cantábrico.
¿Cómo son los barcos boniteros del Cantábrico?
Los barcos boniteros del Cantábrico son pesqueros a los que se dota de equipamiento específico para afrontar las exigencias de la costera del bonito del norte de junio a septiembre. Normalmente se utilizan buques de bajura, preparados para acoger tripulaciones de entre cinco y 15 marineros, que navegarán durante varios días hasta acumular el volumen de capturas deseado y regresar a puerto para su descarga.
Los boniteros incorporan tecnologías como el radar y el sonar para localizar los bancos de atunes. En su cubierta se debe disponer del espacio necesario para practicar la pesca con caña, distintiva de la captura del bonito del norte en el Cantábrico por parte de los pesqueros españoles, que prescinden de las redes pelágicas y de los métodos de arrastre.
¿Cómo es la vida dentro de un barco bonitero?
El trabajo dentro de un barco bonitero varía ligeramente en función del arte de pesca escogida en cada expedición. Si se opta por la pesca con cebo vivo, o por el cada vez más en desuso tanqueo, es preciso obtener primero el señuelo: sardinas o bocartes que se capturan mediante técnicas de cerco. Después, se inspecciona el mar en busca de los bancos de bonito del norte y, una vez sobre el cardumen, se lanzan las cañas, bien macizando previamente, echando el cebo directamente al agua, o bien enganchándolo individualmente en los anzuelos.
En la pesca a cacea o curricán, en cambio, el barco bonitero estará en movimiento, y atraerá la atención de los peces mediante señuelos de colores unidos al sedal.
El pescado recogido es trasladado desde cubierta a la zona de bodega, donde los marineros lo guardan cuidadosamente en arcones llenos de hielo. Ya en puerto, el bonito del norte se destinará al abastecimiento de pescaderías, supermercados y restaurantes, para el consumo de temporada en fresco; y a la industria alimentaria para las preparaciones en conserva, como las de Palacio de Oriente, aptas para degustar durante todo el año.