El pulpo es un molusco invertebrado que carece de concha para proteger su cuerpo, por lo que utiliza una bolsa de tinta para defenderse. Sus llamativos tentáculos cubiertos de ventosas y su cabeza, grande y blanda, son sus características físicas más destacadas. Su carne tierna y jugosa, cuando está cocinado de la forma adecuada, es un manjar que aporta a nuestro organismo una gran variedad de beneficios.
Según el Informe del consumo alimentario en España de 2020 elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cada español consumió una media de 1,47 kilos de pulpo y calamar al año, alrededor de un 10% más que en el año anterior. Este aumento está impulsado, entre otros muchos factores, por un creciente cuidado en la alimentación y un mayor conocimiento de las excelentes cualidades de este molusco.
Principales propiedades del pulpo
En una época en la que nuevas formas de alimentación llegan a nuestra mesa y tanto se habla de los superalimentos, conviene no olvidar aquellos que ya llevan tiempo en el recetario español, como el pulpo. Según la Guía de las cualidades nutricionales de los productos procedentes de la pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en un solo bocado, el Octopus vulgaris aporta a nuestro organismo proteínas, vitaminas y minerales con un bajo contenido calórico, convirtiéndolo en el bocado perfecto para todo tipo de dietas saludables.
Minerales
Los minerales contribuyen al correcto funcionamiento de nuestro organismo, ya que son fundamentales para regular el ritmo del corazón, la producción de hormonas o la formación de los huesos. Son muchos los minerales que obtenemos a través del pulpo:
- Hierro: necesario para fabricar la hemoglobina que transporta el oxígeno a través de la sangre.
- Yodo: que contribuye a la formación de las hormonas tiroideas que controlan el metabolismo.
- Calcio: fundamental para la conservación de los huesos y los dientes, así como para que los músculos y los nervios funcionen de forma adecuada.
- Magnesio: imprescindible tanto para regular los sistemas nervioso y locomotor como para controlar los niveles de azúcar y la presión sanguínea.
- Potasio: necesario para que los riñones, el corazón, los músculos y el sistema nervioso cumplan con sus respectivas funciones.
Vitaminas
La actividad de las células de nuestro cuerpo se desarrolla gracias a las vitaminas, que son muchas y de diferentes tipos y, por lo tanto, están presentes en casi todas nuestras funciones orgánicas. En el pulpo destaca la presencia de:
- Vitamina A: indispensable para que la piel, los dientes, los huesos y las membranas mucosas permanezcan sanos.
- Vitaminas del grupo B: como las B12 y B3 que participan en el funcionamiento del sistema nervioso o el ácido fólico (vitamina B9) esencial en la producción de glóbulos rojos y células nuevas.
Grasas saludables
El cuerpo humano necesita grasas para estar sano, ya que son las encargadas de aportar energía y regular la temperatura, además de contribuir a la formación de las hormonas. Hay que prestar especial atención, por lo tanto, al tipo de grasas que consumimos, pero no eliminarlas por completo de la dieta. Las grasas insaturadas, presentes en los frutos secos, el aceite de oliva, las verduras, el pescado y el marisco, son las que deben predominar en alimentación.
El pulpo contiene una elevada cantidad de ácidos grasos omega 3 necesarios para el mantenimiento de membranas como la retina, para un adecuado funcionamiento del cerebro, que ayudan a reducir el colesterol y tienen efecto antiinflamatorio.
Proteínas
Las proteínas son un componente de vital importancia para el cuidado de las células y los tejidos de nuestro cuerpo. El pulpo aporta a nuestro organismo proteínas del tipo aminoácido, adecuadas para tener el sistema muscular en perfecto estado.
El hecho de que todos estos componentes beneficiosos para el cuerpo humano se concentren en este cefalópodo hace que consumir pulpo solo tenga ventajas.
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