Aunque el consumo de pescado es muy recomendable para nuestra salud, conviene tener cuidado con un determinado tipo de peces debido a la cantidad de mercurio que estos puedan contener; sobre todo en el caso de las dietas de mujeres embarazadas, bebés y niños pequeños. ¿Es la caballa una de estas especies? ¿Existe algún riesgo por el consumo de este pescado azul?
Conociendo a la caballa
La caballa, cuya denominación científica es Scomber scombrus, no recibe el mismo nombre en todas las regiones de España, siendo conocida como tonino en Andalucía, verat en Cataluña, la Comunidad Valenciana y Baleares, berdela en el País Vasco, verdel en Cantabria, xiarda en Asturias o xarda en Galicia.
Este pescado azul pertenece a la familia de los escómbridos. Su cuerpo es alargado y redondo y su hocico, puntiagudo. Se caracteriza por su cola, que tiene cinco pínulas dorsales y anales, y por sus colores: su dorso es azul verdoso y presenta una cenefa negra que le da un aspecto atigrado inmediatamente reconocible. En cuanto al tamaño, su longitud suele rondar entre los 30 y los 40 centímetros, pudiendo alcanzar los 50 y siendo los 20 centímetros su talla mínima.
El hábitat de la caballa son las aguas frías, a unos 250 metros de profundidad, y se pesca principalmente en el mar Cantábrico, Galicia y Andalucía. Este pez se alimenta de pescados pequeños como pueden ser las sardinas, boquerones y espadines. La caballa se puede encontrar a lo largo de todo el año; sin embargo, su mejor temporada y cuando es más abundante suele ser entre los meses de febrero y mayo.
Una de sus ventajas es que se trata de un pescado muy económico. Además, su sabor es intenso y tiene varios beneficios nutricionales.
Valor nutricional de la caballa
Según la Fundación Española de la Nutrición, FEN, la caballa destaca por las siguientes propiedades nutricionales:
- Alto contenido de ácidos grasos Omega 3
- Fuente de minerales como selenio, fósforo y potasio
- Vitaminas A, B2, B3, B6, B12 y D
¿Existe riesgo de mercurio en la caballa?
El mercurio es un metal líquido que puede ser tóxico para la salud y que, ya sea de origen natural o por la contaminación de algunas industrias, acaba depositándose en el mar. Este elemento químico recibe el nombre de metilmercurio cuando llega al medio acuático. Por eso es habitual relacionar el mercurio con determinados peces.
La legislación europea se encarga de regular que los pescados y los mariscos cumplan con los límites máximos de mercurio sin riesgo para la salud, mientras que las autoridades sanitarias realizan los controles pertinentes. La proporción de este metal en los peces depende de la talla de la especie. De acuerdo con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, AESAN, en el caso de la caballa, el nivel máximo de mercurio permitido es de 0,30 mg/kg.
Debido a sus circunstancias en cuanto a morfología, hábitat y comportamiento, la AESAN sitúa a la caballa dentro de la categoría de especies con bajo contenido en mercurio. A estas conclusiones también llegó la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, después de realizar un análisis de más de 100 productos. Por tanto, podemos decir que la caballa es un pescado seguro, sobre todo si tenemos en cuenta que los peces pequeños acumulan menos cantidad de mercurio que los de gran tamaño.
¿Qué pescados tienen un alto contenido en mercurio?
Las especies que mayor contenido de mercurio presentan, según este estudio elaborado por AESAN, son las siguientes:
- Pez espada o emperador
- Atún rojo o Thunnus thynnus
- Tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera)
- Lucio
Como consecuencia de la toxicidad de este metal, hay que evitar el consumo de estos pescados en las dietas de embarazadas, mujeres en la etapa de lactancia, bebés y de niños de hasta 10 años.
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